Días a tras, el brazo de las Naciones Unidas para América Latina propuso la implementación de una garantía de ingreso mínimo equivalente a la línea de pobreza de cada país que cubriría a los sectores de la población más expuestos a la tormenta económica y que sería un puente para. Un verdadero ingreso básico universal. “Esto se está explorando seriamente: los países están analizando cuidadosamente esta propuesta y Brasil es una demostración de que esto es posible. Lo mismo es cierto para la protección social universal ”, dijo Bárcena en su conferencia de prensa virtual en el jueves. El país implementó ayuda de emergencia de 600 reales(7.800 pesos argentinos) para familias de bajos ingresos, pero un informe de EL PAÍS muestra que millones de personas todavía están esperando que se reciba la verificación de datos. La falta de información sobre el beneficio generó aglomeraciones y colas frente a las sucursales de la Caixa Economica Federal(Banco Estatal). Además un gran conflicto y fuerte debate se ha generado, pués 73.242 militares en las Fuerzas Armadas recibieron la ayuda indebidamente.
Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Los 26.1 millones de desempleados a fines de 2019 (cuando el desempleo también aumentó, aunque en mucho menor medida) se elevarán a 37.7 millones a fines de este año, y la tasa de desempleo aumentará de 8.1% a 11,5% como efecto de la reseción ocasionada por los cierres y bancarotas causadas por la pandemia decorriente del Corona Vírus. Este aumento, en una región ya machacada por la desigualdad, en la que prácticamente no existe seguro de desempleo, donde más de la mitad de la población trabaja de manera informal y en el que caen los sueldos de quienes tienen la suerte de mantener sus empleos, es un trago social muy dificil de ingerir.
Casi 37 millones de personas solicitaron un seguro de desempleo en los Estados Unidos desde que comenzara la pandemia del coronavirus, según consigna la agencia Bloomberg. La pandemia del COVID-19 ha desatado crisis laboral a su paso. Y en Estados Unidos, el país más azotado por este virus a nivel mundial –con más de un millón 200,000 contagios y 264,000 muertes–, son los hispanos quienes han resultado más afectados respecto a pérdidas de empleo y recortes salariales. El mismo centro señala que cerca de 8 millones de trabajadores hispanos estaban empleados en restaurantes, hoteles y otros puestos del sector de servicios, mismos negocios que en su mayoría han tenido que cerrar ya que no son considerados como esenciales.
Por su vez no es tampoco animador los prognósticos en el viejo continente. La Confederación Europea de Sindicatos (CES) informó que 20 millones de personas perdieron su empleo en la UE por efectos de la pandemia. Además, señaló que hubo una reducción de la jornada laboral en 42 millones de casos. Al principio del confinamiento, solo 16 de los 27 países de la UE tenían algún tipo de medida de compensación para la reducción de horario de las jornadas laborales. Desde que el 14 de marzo se decretase el estado de alarma en España como consecuencia del COVID -19, casi 4 millones de personas se han visto afectadas por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs), El paro ha ascendido en 302.300 personas en el mes de marzo y, según las previsiones de Adecco Group Institute, para este mes de abril se espera que haya en España un total de 3.753.700 personas sin empleo.
La recesión por el Covid-19 llegará también a todos los rincones del continente americano este año, con la única excepción de Guyana, donde los descubrimientos yacimientos de petróleo mantendrán la economía en marcha. Este debilitamiento generalizado causará un gran terremoto en los mercados laborales de América Latina y el Caribe: más de 11.5 millones de trabajadores han perdido o perderán sus empleos en 2020 y esto aumentará la lista de desempleados en toda la región.
Con respecto a la crisis regional, Carvalho Pinheiro argumenta que "vamos a ser más pobres y más desempleados y, en este escenario, políticas como el ingreso básico serían muy baratas, ADONDE LOS MÁS AFECTADOS SERÁN PERSONAS ENTRE 35 Y 54 AÑOS porqué tienen empleos generalmente más tradiciones y que encuentran dificultades de seguiren en funcionamiento durante la pandemia". El jefe de la OIT en la región también pidió sistemas de salud universales. "Tenemos que aprovechar la situación", concluyó, "para buscar una nueva normalidad que sea mejor que la anterior".
Según un estudio español(LHH España), el perfil de las personas asistidas en programas del gobierno no ha variado a raíz del COVID-19. Si entre el 9 de marzo y el 5 de abril de 2019 un 61% de los candidatos recolocados fueron hombres, mientras el 39% restante correspondió a mujeres; en este mismo periodo de 2020, un 64% de los participantes han sido hombres y un 36% mujeres. Lo mismo ocurre con la edad de los candidatos que encuentran trabajo gracias a los programas de recolocación. En ambos periodos analizados, la mitad de estos trabajadores se encontraba en el tramo de edad comprendido entre los 41 y 50 años. Llegando a compreender 70% de los casos la franja entre los 34 y 54 años.
